Hábitos de estudio para universitarios

Como estudiante debes ser capaz de aplicar buenos hábitos de estudio para mejorar tu aprendizaje de manera independiente durante el ciclo escolar. Esto implica tener una buena capacidad de autocontrol y una buena gestión del tiempo y de los propios recursos.

Distintas investigaciones han demostrado la relación que existe entre el tiempo que se dedica al estudio, la eficacia con la que gasta ese tiempo y la relación con el rendimiento académico.

Desafortunadamente, muchos jóvenes acaban saliendo del sistema educativo sin unas buenas habilidades de estudio. Es interesante intervenir para promover un estudio eficaz y ayudar a remediar los problemas de estudio de los jóvenes de hoy.

La importancia de la autoeficacia

Si pones en práctica los distintos hábitos de estudio y eres constante, mejorarán no sólo tus resultados académicos, sino también tu autoeficacia.

No sólo lograrás alcanzar tus metas, sino que serás capaz de hacerlo en menos tiempo, aumentarás tu autoestima, construirás tu propio aprendizaje de manera significativa y crecerás en seguridad y autoconfianza.

Un elevado nivel de autoeficacia percibida es un elemento que protege y hace aumentar la motivación, ayuda a tolerar mejor el fracaso, disminuye las alteraciones emocionales como la ansiedad y te ayuda a mejorar también el rendimiento académico.

A través de todos los consejos que te voy a ofrecer a lo largo del artículo, puedes trabajar para adquirir competencias y mayor confianza en ti mismo. Pon en práctica estas actividades de autorregulación y te ayudarán a generalizar tu autoeficacia.

Diversas investigaciones concluyen que cuando el sujeto se percibe como competente, se implica de manera activa en su propio proceso de aprendizaje.

Es imprescindible que confíes en tus capacidades, que tengas altas expectativas sobre ti mismo, que te sientas responsable de tus logros. Y todo ello influye en las estrategias que pones en marcha para abordar el estudio.

¿Y tú, piensas qué los hábitos de estudio son necesarios para tener éxito académico?

Establecer metas concretas

Comienza poco a poco. Es el modo de construir un aprendizaje significativo, de empezar a asimilarlo y no abandonarlo a los pocos días.

Las metas que establezcas deben ser realistas, específicas, claras y concretas. Debes saber qué objetivos debes cumplir, no sólo a largo y medio plazo, también a muy corto plazo.

Por eso los refuerzos ante los objetivos o metas propuestas son personales y propios de cada uno de nosotros.

Utilizar técnicas de estudio

Dentro de unos buenos hábitos de estudio, es recomendable que utilices técnicas de estudio. Nos referimos al subrayado, al resumen, al uso de mapas mentales, esquemas…

Todo ello ayuda a centrar la atención, facilita la comprensión, te ayuda a discriminar lo relevante de las ideas secundarias, favorece la capacidad de análisis y síntesis y facilita el estudio.

Las técnicas de estudio te ayudan a reducir el tiempo de estudio y facilita los repasos que haces los momentos más próximos a los exámenes de las mejores universidades.

Hacer pequeños descansos

Es importante que estudies en varios periodos seguidos y que intercales pequeños descansos después de cada etapa de estudio.

Distribuye el tiempo que te has propuesto para estudiar según una clave para ti: cada hora un descanso, o después de estudiar cada tema, etc.

Cuando distribuyas el material que estudiarás, asigna el tiempo tanto al estudio como a los descansos. Ten en cuenta que la atención se mantiene alrededor de 30-40 minutos.

Puedes, por ejemplo, descansar al menos 5 minutos dentro de cada hora de estudio y cuando lleves ya alrededor de 3 horas, alarga más el descanso.

Una vez cumplido, refuérzate. Haz algo que te guste y que te ayude a desconectar.

Dedicar más tiempo a las asignaturas difíciles

Es importante que a la hora de planificarte tengas en cuenta qué asignaturas son más difíciles, así como también en cuáles de ellas tienes mayor volumen de material para estudiar. Esto te facilitará el trabajo y te ayudará a optimizar recursos.

Ten en cuenta también que sería muy útil que pusieras el orden de estudio de cada asignatura según tu nivel de concentración.

Si sabes que tu nivel de concentración es muy bueno nada más comienzas a estudiar, estudia primero las asignaturas que requieren mayor complejidad.

Si, por el contrario, eres de aquellas personas que se distraen al principio y que pasado un tiempo comienza a concentrarse, empieza por una asignatura sencilla y deja las complejas para más adelante.

Dado que pasamos un gran parte de nuestra vida en la escuela, estas técnicas, ayudas y consejo aplican para jóvenes de secundaria e incluso para los chicos que quieran mejorar sus hábitos de estudio en la prepa.

Con esto estas listo para el próximo ciclo, mejora tu estudio, tu aprendizaje y tus notas escolares.